El culto a Santa Quiteria, en Huete, data del siglo XII y probablemente lo trajeron los Mozárabes de Toledo. Tenían su ermita donde hoy está ubicado el antiguo convento de la Merced. Cuando los mercenarios obtenidos los permisos pertinentes, derruyeron la ermita, su imagen fue trasladada a la ermita de San Gil propiedad de los caballeros de la orden de Malta. Su fiesta también es del siglo XVI y como en San Juan también tiene “los galopeos”. Se diferencian en la forma de poner las manos. Ambas desde hace unos años, están declaradas de interés turístico regional.
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Datos sobre su vida
El dato más antiguo del que disponemos sobre la Santa lo encontramos en las actas del Concilio de Toledo, el año 589, proclamando su Santidad por haber sufrido el martirio. Algunas de las informaciones sobre Santa Quiteria las podemos encontrar gracias a la variada, y múltiple literatura existente sobre Santa Librada, una de sus ocho hermanas. Según señala el Leccionario del siglo XII el lugar de su nacimiento es: Balcagia. Este mismo dato queda reseñado por el Breviario de Toledo.
Sobre los orígenes del culto a Santa Quiteria en España y Huete en particular
Con la intención de valorar su virginidad se afirma que su padre la había preparado un buen matrimonio, al que ella rehusó. Actitud que obliga al padre a encarcelarla; y estando en cautividad recibe la visita de la Virgen María, que entregándole un anillo, le asegura que conservaría su virginidad, al mismo tiempo que la promete: “Que los molestados por la rabia y del furor e invocasen su patrocinio recuperarían su salud”.
A lo largo del tiempo varias han sido las imágenes de Santa Quiteria que ha tenido el barrio de San Gil, quedando documentación fotográfica de dos de ellas además, evidentemente, de la actual.
Imagen de Santa Quiteria. Siglos XVIII – XIX.
Imagen de Santa Quiteria. Últimos años del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX
Retablo de Santa Quiteria. 1897
Imagen actual de Santa Quiteria
Retablo actual de Santa Quiteria en la ermita de San Gil
Actos preparatorios: La fiesta comienza con los actos preparatorios cuando en los primeros meses del año los quiterios son convocados para la formación de la comisión que se encargará de la organización de las fiestas de ese año: Contratación de la banda de música, conjunto, dulzaineros, alojamiento de los músicos, adorno de las calles, etc.
Las funciones religiosas corren a cargo de la Mayordomía, que cuenta con unos 800 mayordomos; uno o dos de ellos se en cargan de pagar a los sacerdotes, el novenario y misas de las fiestas además de cobrar las correspondientes cuotas.
Nueve días antes del inicio de las fiestas comienzan las misas al alba y el novenario al atardecer oficiadas por uno de los sacerdotes de la parroquia. Esta tradición del novenario se remonta, al menos al siglo XVI aunque su constancia escrita conservada es de principios del siglo XIX. En las novenas se ensalzan con loas, gozos, cánticos y alabanzas las virtudes de Santa Quiteria.
El día de la antevíspera, al atardecer, los jóvenes de la comisión engalanan las calles y plazas con banderines.
En los días anteriores a la fiesta, las mujeres del barrio hacen los típicos dulces caseros: mantecados, galletas, pastas de almendra, suspiros, untaos, bollos, etc. que serán luego consumidos a lo largo de los días de la fiesta. También se prepara la “limoná”, bebida casera preparada a base de agua, vino, azúcar y cáscara de limón.
Las fiestas se inician al son de la gaita (dulzaina) y el tamboril, en otro tiempo el único acompañamiento musical de las mismas.
El galopeo es el baile más concurrido. La gente enlazando sus manos, forma corros y salta más o menos ordenadamente al son de la música. El recorrido de estos galopeos comienza en La Chopera, discurre por la calle Nueva y Mayor hasta la antigua fonda Leis, finalizando cada galopeo con la entonación de una coplilla que se baila en corro y que aumenta progresivamente su ritmo. En el caso del galopeo de entrada, una vez finalizado se procede al reparto de los músicos que, en gran parte de los casos, son alojados en los domicilios particulares de los vecinos del barrio.
Antigua procesión y galopeo a principios de los años 30
Primeros corros del galopeo
El galopeo subiendo por la calle Nueva
Comienzo galopeo Santa Quiteria (audio)
Al finalizar el galopeo del atardecer, comienza a sonar la gaita y el tambor, es el galopeillo. Se trata de una danza en parejas o tríos que, con sus manos enlazadas llevan a cabo rítmicos movimientos en zig-zag. El galopeillos comienza donde concluye el galopeo (Casa Leis) recorriendo la calle Mayor, bajan por la de Juan Carlos I hasta la confluencia de la de Caballeros, vuelven a subir por la calle anterior y girando a la derecha continúan hasta la plaza de la Constitución para continuar por la Cuesta del Mercado y a través de la calle del Caño llegar a la ermita de San Gil.
En los días de Santa Quiteria y Santa Quiterilla, la banda de música y los dulzaineros recorren las calles por la mañana en una diana con la que se despierta y convoca a los vecinos para los actos de ese día. Su recorrido se hace entre el sonido de la música, los cohetes y los dulces caseros y licores ofrecidos en los domicilios a los participantes.
Una vez finalizada la diana tiene lugar la recogida de autoridades. El día de Santa Quiteria, la Comisión, junto con la banda de música, recorre el trayecto que hay entre la ermita de San Gil y el antiguo Ayuntamiento (en el Reloj) para recoger a las autoridades civiles y militares e iniciar la procesión que recorrerá las calles del barrio durante la cual se lanzan flores a la santa y se le dicen un sinfín de vivas a pie de calle o desde los balcones. El itinerario se adorna con colgaduras en ventanas y balcones, colocando en determinados lugares pequeños altares donde se hace una parada y se llevan a cabo distintas oraciones y cánticos. Una tradición que también se lleva a cabo durante la procesión es subir a los niños pequeños en la carroza a modo de confirmación de su adhesión a Santa Quiteria.
Procesión de Santa Quiteria por la calle de la Plaza hacia 1900
Salida de Santa Quiteria de la ermita de San Gil
Paso de la procesión por la calle Mayor
El tercer día de la festividad es el llamado de Santa Quiterilla. Comienza con la típica diana, continúa con la celebración religiosa en la ermita para seguidamente los danzantes y vecinos del barrio, portando a la cabeza, el cuadro de la Santa, iniciar el “galopeillo” acompañado de la dulzaina y el tamboril. Ese día se llevan a cabo también las loas y las danzas. Así, entre las primeras, se representan la Lila, la de Nueve Hermanas (una danza con espadas), Las Cautivas, Pastores, Gitanillas o Niños de Escuela y entre las danzas están las del Paloteo que se ejecuta con dos palos cortos y la de Cintas o volantes que consiste en vestir con las mismas un palo central. Los danzantes van ataviados con camisa blanca y mantón con el pico atrás sobre los hombros, fajín rojo, pantalón negro ceñido por debajo de las rodillas y anudado con dos cintas, medias y zapatillas blancas; las danzantes van con falda larga negra con tiras rojas en sus extremos y sobre ella un mandil negro, pololos blancos anudados con cinta roja y enaguas, camisa blanca, corpiño y mantón.
Paso del galopeillo por el Cristo
Galopeillo en la Chopera
El cuarto y último día viene caracterizado por el concierto que la banda de música ofrece a los vecinos del barrio en el parque de La Chopera.
Concierto en la Chopera
Loas: Las loas que conserva y representa el barrio de San Gil son de tipo religioso y tienen como centro la alabanza de su patrona, Santa Quiteria. Estas composiciones, han ido transformándose a lo largo del tiempo, desapareciendo unas y apareciendo otras nuevas que se adaptaban en cada caso al momento en que fueron escritas.
Estas obras, se transmitían de padres a hijos a través de hojas manuscritas, a diferencia de los gozos que, casi siempre, eran impresos. Esto supone que a lo largo de los años se ha perdido una buena parte de estas composiciones más antiguas, perviviendo, no obstante en la actualidad diez de ellas. Son las loas de Las nueve Hermanas, Los Volantes, Las Cautivas, La Lila, Los Saludadores, Los Valencianos, Los Niños de Escuela, Las Aldeanas, Los pastores, y Las Gitanillas.
Loa de los Lusitanos. Revista Estampa, 7 de mayo de 1929
Danzantes y componentes de la loa de las Nueve Hermanas (años 50)
Loa de las Cautivas. 2005
Loa de las Aldeanas. 2006
Representación de la Loa de los pastores en 2004
Antigua representación de la Loa de Las Lilas