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Huete
GPS: 40.143355, -2.687931

 

Audio-Guía
Locuciones de Manuel Olarte Velasco y Vistas360 de Manuel Olarte Madero

El edificio del Convento de Jesús y María, también llamado El Cristo, se fundó y construyó en la segunda mitad del siglo XVI, para recogimiento de doncellas y para perpetuar la memoria de su fundador, sirviendo este edificio de panteón familiar. Las obras se iniciaron en 1.554, concluyéndose veintidós años después, cuando pasaron a ocuparlo monjas de la orden de San Lorenzo Justiniano provenientes de Cuenca. Actualmente es el Museo de Fotografía de Huete de la Fundación Antonio Pérez.

Fue fundado por Don Marco de Parada, arcediano de Alarcón, hombre educado en la Corte Papal, y que responde al prototipo de mecenas eclesiástico español. El edificio en sí está diseñado como un cofre, con las armas familiares en las esquinas al modo de los ricos palacios florentinos. Las obras comenzaron con diseños de Andrés de Vandelvira, pues en ese año está documentada su presencia en tierras conquenses. El claustro es un ejemplar único y excepcional en la arquitectura española, ya que, utiliza pilares cajeados como soporte en vez de columnas. Su diseño se inspira en un grabado de El sueño de Polifilo, libro de Francesco Colonna, publicado en Venecia en 1499, una de las obras más influyentes del Manierismo, que sirvió de inspiración a Vandelvira en muchas de sus obras. La torre se finalizó el 13 de septiembre de 1565 en honor a la ermita que Santa Lucía tenía en este lugar. Es una de las pocas torres triangulares que existen en el mundo. El edificio fue declarado Monumento en el año 1983.

Las obras de la iglesia se comenzaron en 1561 con un primer proyecto, que dispone amplias hornacinas a los lados de la nave en correspondencia con los ventanales del cuerpo superior. Sin embargo, hacia 1564 se redactó un nuevo proyecto que cambió la cubrición prevista por las bóvedas estrelladas que apoyan sobre ménsulas clásicas, que no guardan relación con los ventanales, llegando incluso a tapar dos de ellos, el correspondiente a la portada y su opuesto.

Es el momento en el que se construye la portada, Andrés de Vandelvira es el maestro mayor de obras de la catedral de Cuenca. Se trata de una de las obras maestras del arte conquense. La portada se dispone hacia la calle principal como elemento propagandístico sobre la virtuosa vida del fundador. Uno de sus artificies pudo ser el genial Esteban Jamete, que trabajó en el Salvador de Úbeda junto a Vandelvira. La escena principal de la Adoración aglutina a magos y pastores, disponiendo los personajes en dos triángulos isósceles. Se trata de figuras cargadas de movimiento y expresividad. Al fondo se contemplan paisajes de ruinas que evocan a la Roma antigua y el paso del tiempo. En los plintos superiores y en el friso encontramos el escudo del fundador, dos sierpes aladas enfrentadas, a las que se añaden como emblema personal una grulla, símbolo de la vigilancia, y una calavera, que representa la fugacidad de la vida. Por otro lado, las virtudes cardinales y teologales se distribuyen por la portada de manera magistral, como atributos del fundador. Las más importantes, Fe y Fortaleza aparecen sentadas en las enjutas, mientras que arriba encontramos (de izquierda a derecha) la Justicia, la Templanza, la Caridad, la Prudencia y la Esperanza. En los intercolumnios, como es habitual, encontramos las imágenes de bulto de San Pedro y San Pablo, cuya postura retorcida recuerda a las obras de Jamete.

La portada sur es una de las intervenciones románticas más interesantes de la provincia. Realizada en 1888, con clara influencia del gran arquitecto francés Viollet-le-Duc, recupera los estilos medievales. Con ella se invirtió el sentido del templo cambiando de lugar el altar, se incorporó un rosetón para iluminar el eje camino hacia el altar y se construyó un hastial que rompe la horizontalidad del edificio original.

Vista 360º Vista 360º-2 Vista 360º-3